miércoles, 16 de noviembre de 2011

CONCIERTO DE WIM MERTENS EN EL TEATRO CALDERÓN DE VALLADOLID

Wim Mertens vuelve a nuestro país en formato trío para presentarnos su último trabajo “Series of ands - Immediate Givens. Con este nuevo álbum doble, el compositor belga logra una amplísima escala musical. Una escala completa de cuerdas, guitarras, arpa e incluso un clavicémbalo (es la primera vez que Mertens incorpora este instrumento en su música), que muestran un desarrollo atractivísimo de la paleta del compositor. Como es costumbre en su obra, la intensidad y lo inesperado del directo nos harán comprobar la flexibilidad de la partitura. El directo de Mertens no nos dejará indiferentes.

Después de un ajetreado día, nos fuimos mis padres y yo para Valladolid, al concierto de Wim Mertens, allí nos esperaba Antonio con las entradas. Estuvo fenomenal, Wim Mertens al piano y voz, y un violonchelo y un violín, sonaba de maravilla, ¡nos encantó a todos!
A la salida nos invitó Antonio a unas tapitas de "adobo" y "chipirones" en un bar del centro, y ¡rumbo a casita! ¡que hay que descansar!
Anina

DOMINGO DE ELECCIONES (ISMAEL SERRANO)

Era el cielo la trenza plateada de una anciana, un mar de mercurio surcado por peces voladores, galeones piratas sin rumbo ni tesoro. Era invierno y llovía. Sorteando la arista de algún paraguas despistado y los charcos en los que tu paso dibujaba coronas de agua llegamos a Barcelona, Daniel y yo, y presentamos su libro.
Lo periódicos adornaban sus portadas con el apocalipsis habitual. Mientras Europa asistía impasible a los golpes de Estado que permitían a los mercados colocar a tecnócratas usurpando la soberanía que el pueblo deposita en las urnas, nosotros jugábamos a reflexionar sobre este tiempo que algunos llaman posdemocracia. Son urnas sí, pero cada vez más funerarias.
Barcelona vestida de frío es hermosa. Como todas las ciudades con mar cuando es invierno y cada abrazo en un portal suena a despedida y los plátanos de los bulevares parecen las manos crispadas del que reza o maldice.
Volvimos a Madrid y el golpe de las ruedas del avión contra la pista me recordó la cita del domingo. El avión estaba en penumbra y Madrid bostezaba.
El domingo pensaré en ti. En tu grito como otro puño levantado en un atardecer lleno de promesas, en la luz de este invierno de mercurio y sol de domingo. Camino del colegio pensaré en las nuevas primaveras que ha de parir este diciembre en el que ellos vestirán de gris y tú de futuro.
Yo este domingo iré a votar. Consciente de que participar en democracia no es sólo introducir el sobre en la urna. También lo es ocupar la calle, convertir las plazas en ágoras de debate efervescente, militar, participar del tejido asociativo de la sociedad civil, comprometerse cuando la ocasión lo exige, estar alerta, no sucumbir, soñar aunque todo sea relámpagos y cuchillos.
Iré a votar pensando en ti. En tu exigencia de una democracia real, efectiva, voz de todos los ciudadanos. 
Aunque el día sea gris, como lo es el hormigón con el que se hacen los cimientos sobre los que se construyen nuestros sueños.