jueves, 5 de febrero de 2009

Paredes ecológicas

Ponga un jardín en su fachada. Éste podría ser el lema de los sistemas de "paredes verdes", que permiten dotar a los edificios de una cobertura vegetal vertical totalmente integrada en su diseño.

Y no es algo anecdótico: cada vez más responsables de edificios públicos y privados de todo el mundo hacen gala de estas "paredes verdes", convencidos de sus ventajas medioambientales, económicas y estéticas. Las ciudades necesitan más espacios verdes, y no sólo a lo ancho, sino también a lo alto.

La idea básica de las paredes vivas no es nueva; de hecho, las enredaderas y demás especies trepadoras han sido utilizadas tradicionalmente en numerosos edificios como elemento adicional. Sin embargo, en este nuevo uso, comenzado de forma pionera en Suiza y Alemania, el elemento vegetal es visto como una parte esencial del diseño del edificio. En la actualidad, los ejemplos de este tipo de estructuras verdes son cada vez más diversos en todo el mundo.

El francés Patrick Blanc ha desarrollado un estilo que denomina "muro vegetal", con el que logra que una densa capa de vegetación crezca en cualquier superficie, incluso en el aire. Sus diseños incluyen formas y colores muy llamativos y únicos, gracias al uso de miles de plantas y una gran diversidad de especies vegetales.

Por ello, se ha convertido en uno de los referentes de estos sistemas: sus trabajos no sólo se pueden disfrutar en Francia (hotel Pershing Hall, museo del muelle Branly, ambos en París, etc.), sino también en países como la India (embajada de Francia en Nueva Delhi), o España (museo CaixaForum de Madrid).

Por su parte, otros diseñadores apuestan por el concepto de "fachadas verdes". En este caso, la instalación se inserta en el suelo para que permita el crecimiento de plantas y árboles. Uno de los principales exponentes de este estilo es Edouard François, que trabaja en Eden Bio, una empresa que crea también todo tipo de jardines y coberturas vegetales para edificios.

De manera similar, el grupo de diseñadores "Gas Design" ha creado el "topiade", una mezcla de paredes vivas y topiario (jardín con árboles y arbustos podados en formas imaginativas). El estilo ha gustado a Louis Vuitton, que lo ha llevado a varias de sus tiendas, y también podrá verse en la avenida Spadina de Toronto (Canadá) o en la calle Canal de Nueva York (EE.UU.).

Los centros de trabajo, donde se pasan también muchas horas, son otro lugar idóneo para estos jardines verticales. Por ejemplo, la compañía Triptyque ha construido un edificio de oficinas en Sao Paulo (Brasil) de estética industrial pero que según sus creadores funciona como una "piel", ya que las paredes están cubiertas por una capa externa vegetal y un sistema humidificador. Y en la ciudad chilena de Concepción, el estudio Enrique Browne Arquitectos ha creado un espacio de oficinas que utiliza materiales producidos localmente y fachadas cubiertas de plantas como buganvillas o jazmines.

También en casas particulares

El uso de paredes verdes no se reduce a edificios monumentales o públicos. La empresa ELT (tecnologías de paisajes elevados en sus siglas inglesas) ha diseñado diferentes modelos, y con una estructura de plástico reciclable, para adaptarse a las necesidades y presupuestos de los consumidores particulares. Por su parte, la empresa Green Living Technologies, creadora de unos paneles de aluminio reciclado para su uso como jardín vertical, colabora con el grupo Urban Farming en un proyecto que pretende llevar estos sistemas a un barrio marginal de Los Ángeles (EE.UU.).

Algunas empresas incluso vislumbran un gran negocio en la instalación de estas paredes verdes en viviendas residenciales, y un complemento ideal para los tejados ajardinados que también causan furor en muchos lugares del mundo. Así lo cree por ejemplo la compañía canadiense G-Sky. Sus responsables ofrecen ambas posibilidades, y afirman haber quintuplicado sus pedidos de paredes vivas. Además, consideran que el sistema de compensación de emisiones de dióxido de carbono (CO2) también puede beneficiarles, ya que la vegetación de estos muros absorbe este gas de efecto invernadero.

Incluso hay empresas que proponen llevar estas paredes vivas dentro de las viviendas. La compañía alemana Indoor Landscaping considera que la naturaleza no se debería reducir al exterior de los edificios, por lo que sus diseños también incorporan paredes verdes interiores, con plantas que cambian con las estaciones. Por su parte, la empresa argentina Ustatic ha creado el sistema "muro de hierba", que consiste en unos paneles rectangulares con un sustrato estructural y un sistema que distribuye homogéneamente el agua en su superficie, de manera que la hierba puede mantenerse en su base.

Ventajas de las paredes vivas


Los beneficios medioambientales, económicos y estéticos de estos jardines verticales son muy diversos:

* Purifican el aire, produciendo oxígeno y absorbiendo el CO2 y otros contaminantes volátiles emitidos por el tráfico o la industria, como el plomo o el cadmio.

* Actúan como un sistema de aislamiento natural, regulando la temperatura del edificio, lo que permite disminuir el consumo de los sistemas de climatización. Algunos expertos aseguran que la fluctuación de temperaturas diarias se reduce en un 50%, especialmente si son ubicadas en paredes expuestas al sol. Asimismo, la demanda de calefacción se reduce en un 25% sólo por su capacidad de evitar en un 75% el frío causado por el viento. Por ejemplo, según la compañía G-Sky, un edificio de oficinas de diez plantas con un tejado ajardinado y unas paredes verdes podría ahorrar unos 62.000 euros anuales en electricidad y extraer 40 toneladas de CO2 del aire.

* Reducen el impacto del ruido externo, y de fenómenos atmosféricos intensos como chaparrones o granizadas.

* Constituyen un hábitat para invertebrados como insectos y arañas, que se convertirán a su vez en el alimento de pájaros; en definitiva, permiten llevar la naturaleza a las ciudades.

fuente: Alex Fernández Muerza - www.consumer.es - EROSKI


Que suerte tengo!! mi casita es así!! la verdad es que aquí los verdaderos preocupados (desde siempre) por el medio ambiente son mis padres!! por algo Jesús les llama "los herbolarios", jeje!!

Anina

El velero 'Vell Mari' inicia su ruta 2009 para estudiar los niveles de CO2 en las aguas españolas

La campaña de este año se centra en tomar muestras de agua del Mediterráneo, del Atlántico y del Cantábrico en el marco de un ambicioso estudio para determinar la acumulación de dióxido de carbono en los últimos 200 años en los mares y océanos.

El barco científico Vell Mari (El Viejo Marino) de la Fundación para la Conservación y Recuperación de Animales Marinos (CRAM) surca desde la semana pasada el litoral español en su ruta 2009.

La campaña de este año se centra en tomar muestras de agua del Mediterráneo, del Atlántico y del Cantábrico en el marco de un ambicioso estudio para determinar la acumulación de dióxido de carbono en los últimos 200 años en los mares y océanos, algo fundamental para saber cómo afecta la actividad humana a la flora y fauna marinas.

Una vez analizadas por el Grupo de Investigación Química Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, las muestras de agua pasarán a formar parte de la base de datos del proyecto europeo Carboocean que busca describir el papel de mares y océanos en la absorción del CO2 resultante de la acción del hombre. En este programa participan La Caixa, el Grupo de Investigación Química Marina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y cerca de medio centenar de equipos de investigación de 15 países europeos.

Los océanos son claves en la regulación de la temperatura del planeta. Cuando mayor es la cantidad de dióxido de carbono liberado a la atmósfera, mayor es la temperatura terrestre y también mayor es el nivel de los océanos, que absorben toneladas de CO2 y sin los cuales el calentamiento global sería aún más grave. Desgraciadamente, en las últimas décadas los niveles de dióxido de carbono resultantes de la actividad del hombre superan la capacidad de absorción de los océanos, lo que está provocando importantes cambios en ellos, que podrían ser devastadores para la flora y la fauna marinas, y para los seres humanos que dependen de ellos.

Además de su labor investigadora, el Vell Mari también desarrolla una educativa. Cada vez que recala en un puerto, los escolares y el público en general pueden visitar su aula móvil donde un grupo de expertos en biología marina les explican qué función desempeñan los mares como sumideros de dióxido de carbono, en qué consiste el cambio climático, cómo afecta a los océanos y de qué manera se puede combatir.

Como novedad de este año, la actividad educativa del Vell Marí se realizará también fuera del velero, acercándose a hospitales y colegios, y desplazándose a ciudades como Madrid y Zaragoza, que carecen de mar, para inculcar a la población la importancia de cuidar el entorno marino.

El barco partió la semana pasada del puerto de Sant Feliu de Guíxols (Girona) y prevé visitar diferentes puertos de la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía antes del verano. Durante el período estival, atravesará el Estrecho de Gibraltar en dirección al mar Cantábrico. Ya en noviembre recalará en las islas Canarias para terminar su recorrido en las Baleares. En total, 6.000 millas náuticas en esta travesía 2009 en favor del mar.

fuente: www.elpais.com

Recomendaciones del Parlamento Europeo sobre la futura política climática de la UE

El Comisario Dimas se mostró satisfecho de que en el informe se reconozca explícitamente que la crisis económica y financiera no es razón para posponer la acción contra el cambio climático, y favorecer si cabe más las energías renovables, y la eficiencia enérgetica.

La Comisión Europea expresa su satisfacción ante el informe adoptado por el Parlamento Europeo (PE), en el que se formulan recomendaciones para la futura política comunitaria en materia de cambio climático. La aprobación del informe final de la Comisión Temporal sobre el Cambio Climático pone de manifiesto el fuerte apoyo del Parlamento a una actuación ambiciosa de la UE en respuesta al desafío climático. El PE propone, entre otras cosas, recortar entre un 25% y un 40% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2020 y reducirlas un 80% para 2050.

En el citado informe se destaca que el tratamiento del cambio climático creará nuevos puestos de trabajo e industrias, reducirá la dependencia de Europa respecto de las importaciones de combustibles fósiles y reportará beneficios sociales a los ciudadanos. Estas ideas son reflejo de las que subyacen tras la estrategia integrada para la energía y el cambio climático que propuso la Comisión e hicieron suya los dirigentes de la UE.

La Comisión celebra que en el informe se apoye la propuesta de que los países desarrollados como grupo se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una proporción de entre el 25% y el 40% con respecto a los niveles de 1990 de aquí a 2020, y al menos en un 80% de aquí a 2050.

Estos objetivos coinciden plenamente con el pensamiento de la Comisión, tal y como se expone en sus recientes propuestas sobre el acuerdo de Copenhague, y con las conclusiones adoptadas por el Consejo de Medio Ambiente en octubre de 2008.

“Esta coincidencia de pareceres entre las instituciones es esencial para mantener el liderazgo de Europa en las negociaciones internacionales relativas a un nuevo acuerdo mundial sobre el clima. Tenemos que trabajar juntos y movilizar todos nuestros recursos para que en la conferencia sobre el clima que se celebrará en Copenhague en diciembre logremos un acuerdo fuerte y eficaz”, declaró el Comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

La UE ha dado ejemplo al implantar medidas para reducir sus emisiones en un 20% y al comprometerse a incrementar esta reducción al 30% si los demás países desarrollados asumen en Copenhague compromisos de reducción semejantes.

Otras recomendaciones del PE

Un objetivo vinculante del 20% de eficiencia energética para 2020, así como objetivos intermedios concretos de reducción.

La creación de asociaciones de energía solar con terceros países del ámbito mediterráneo, con el objetivo de producir energía solar y transferirla a la UE.

El objetivo a largo plazo en el sector de la construcción en Europa debería ser la energía neta cero en los edificios de viviendas nuevos para 2015 y en los edificios públicos y comerciales nuevos para 2020.

Una comunidad europea de la energía renovable.

Desarrollo de tecnologías de transporte respetuosas con el medio ambiente, como el hidrógeno, la electricidad, las pilas de combustible, las tecnologías híbridas o los biocombustibles avanzados.

Objetivos de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la agricultura.

La constitución de un fondo europeo del clima y/o de fondos análogos en los Estados miembros.

Una superred a escala de la UE que sea accesible a todos los tipos de proveedores de electricidad.

Educar a los ciudadanos y proporcionarles incentivos para reducir las emisiones de modo asequible, por ejemplo, mediante el desarrollo de información sobre el contenido de carbono de los productos y servicios.

Auditorías energéticas gratuitas en los Estados miembros para permitir a los ciudadanos reducir su consumo de energía y sus emisiones.

La Comisión y los Estados miembros deberían respaldar el llamamiento de las Naciones Unidas en favor de un “New Deal ecológico”.

Por otro lado, el Comisario Dimas se mostró satisfecho de que en el informe se reconozca explícitamente que la crisis económica y financiera no es razón para posponer la acción contra el cambio climático. “Un aplazamiento sólo haría que después resultase más difícil y más caro reducir las emisiones. En cambio, debemos ver el estímulo que nuestras economías necesitan ahora como una oportunidad para acelerar la inversión en las industrias con baja emisión de carbono y los empleos 'ecológicos' del mañana”, señaló el Comisario, quien añadió que “la Comisión ha captado esta oportunidad en su Plan Europeo de Recuperación Económica”.